Friday, June 27, 2025

Cuando el amor se transforma.

Muchos ya conocen a Luciana, mi perrita, mejor conocida como “la policía de la tristeza”.
Le dimos ese nombre porque, de manera casi mágica, Luci tenía la capacidad de identificar mi tristeza incluso antes de que yo pudiera nombrarla. Llegaba, se acostaba cerca, vigilaba... como si quisiera prevenir el dolor.

Si me conocen, saben que creo con todo mi corazón que los animales son mensajeros de Dios, ángeles que caminan entre nosotros. Y Luciana ha sido exactamente eso en mi vida: una compañera incondicional, sensible, amorosa, sabia.
Desde siempre he sentido una conexión profunda con los animales, una que sé que muchos de ustedes también entienden.

La semana pasada, Luci tuvo un episodio que nos cambió todo.
Fue repentino. Un ataque. Los veterinarios creen que fue epiléptico.
Mi esposo y yo estábamos convencidos de que esos serían sus últimos minutos. Nos despedimos con el corazón en pedazos y la dejamos en el hospital, repitiendo la misma despedida que ya habíamos vivido con otros de nuestros perritos.
Yo, en mi interior, hice el duelo. Aunque su cuerpo no se había ido, su presencia sí. Sentí que me despedía de ella para siempre. (el habito de no aferrarme mucho, con los animalitos me falla). 

Pasaron dos días eternos. Dos días sin ella.

Después de muchos exámenes, el neurólogo confirmó que sí, probablemente sea epilepsia. 

Y aunque Luci regresó a casa, regresó distinta.

Luciana está viva, y eso es un regalo enorme, pero perdió la memoria.
Ya no es la policía de la tristeza.
No me reconoce.
No reconoce mi olor, ni mi llanto, ni mis emociones. 

Difícil. 

Cuando el amor se transforma. 

Este proceso me ha hecho pensar mucho en lo difícil que es aceptar cuando alguien cambia. Cuando una persona que amas ya no está igual;

Cuando alguien se aleja.

Cuando alguien pone un límite.

Cuando alguien sale de tu vida, a veces sin que tu quieras que salgan.

Cuanto tu mismo tienes que alejarte. 

O cuando alguien muere y la conexión que tenías, desaparece.

Aceptar eso es duro. 

Hoy celebro que Luci esté todavía con nosotros.

Pero también honro el duelo de quien ya no está como antes, 

El amor también se expresa cuando aprendemos a amar a alguien en su nueva forma.







Thursday, June 12, 2025

El Auto Abandono en 289 palabras.

¿Alguna vez les ha pasado que algo los sacude tan fuerte que caen en un agujero emocional del que simplemente no pueden salir?

A mí me pasa.
De repente, el alma se vuelve pesada, como si cada parte de mí se arrastrara por dentro.
El desespero se instala sin pedir permiso.
La niña que fui grita con fuerza, quiere ser vista, quiere ser rescatada.
Pero la adulta… la adulta se queda quieta.
Me mira con frialdad y dice: "No. Este lugar es lo que te toca. Esto es lo que mereces."

Es cruel.
Pero es el sitio donde muchas veces me encuentro.
Es ahí donde encierro a mi niña, en un rincón lleno de tristeza, dolor y una soledad que duele de verdad.

En ese lugar me despojo de todo.
Del amor, del mío y del que los demás podrían darme.
Me desconecto.
Y por más feo que suene… hay algo en ese lugar que me resulta familiar.
Es incómodo, sí, pero también es conocido.
Y lo conocido, a veces, se vuelve cómodo.

Saber salir de ahí. 

Saber no basta.
Tener la respuesta no es lo mismo que tener la fuerza.
Y es ahí donde duele más:
cuando lo tienes todo para salir,
pero algo dentro de ti aún se aferra al dolor.
Al hueco.
A esa versión de ti que aprendió a sobrevivir ahí.

Aun así, la solución sigue latiendo dentro de mí,
como un pequeño faro que no se apaga.
Y aunque no siempre tenga el valor de seguirlo,
sé que lo haré.
Porque aunque me haya acostumbrado a la oscuridad,
yo no nací para vivir en ella.


-Nathy