Nathalia Marin

Thursday, August 28, 2025

La niña mala.

 La nina mala. 

La que desobedeció a mamá. 

La que lleva la marca del “no deberías” 

Esa niña creció, se vistió de adulta, 

Pero sigue habitada por un vacío insaciable. 


Come. Se llena. Se oculta. 

Intenta silenciar con porciones la absurda sentencia de ser “mala”. 

Se esconde detrás de la comida, 

Como si al tragar pudiera tragarse el miedo. 

Como si al no dejarlo ver, 

Pudiera convertirse al fin en “buena”. 

Pero el vacío no se llena, 

Porque no es el estomago el que llora 

Es la niña que aun espera permiso para existir, 

Para ser mirada sin juicio, 

Para ser amada incluso en su desobediencia. 


Nathy Marin